La cocina nace de la confianza en los brazos del agricultor,
nace de la fe puesta en las redes del pescador,
nace del cuidado de las aves y de las reses,
de la generosidad de los bosques.
La cocina toma la vida y la ofrece.
Y por eso ha de ser una cocina de respeto por la tierra,
por eso queda vinculada a los paisajes, formando asi unas raices.
Hay que sentir esta fuerza que nos une a la tierra cuando cocinamos,
hay que aceptar la vida que tomamos en nuestras manos,
hay que tratar con respeto la bondad de esa vida, pues es un regalo.
Gracias por tus sentimientos por la cocina, por tu legado.
Gracias por los años de dedicación y de sabiduría gastronómica,
gracias por compartirlo, por ofrecernoslo.
Desde el corazón de otro cocinero que siempre te admiró, gracias.
Descansa en paz.
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