Es muy posible que nunca haya oído hablar del túnel del Port de Rat. Se trata de un proyecto inacabado, un túnel que pretendía unir Francia con Andorra.
Una costosa excavación de varios kilómetros de longitud a una cota de 2450 metros de altura. Un proyecto combinado de ambos países que hubiera supuesto sin duda una revolución en la economía, de servicios turísticos, del valle de Ordino, al permitir un fácil acceso a los miles de viajeros franceses que cada año visitan este pequeño país.
Tan solo se comenzó la excavación del túnel en la vertiente de los Pirineos de Andorra, el gobierno francés nunca llego a reunir los fondos necesarios para llevarlo a cabo.
Es difícil evaluar que hubiera sucedido, cómo hubiera afectado a nuestro hermoso y aun salvaje valle.
Tal vez la tranquila población de El Serrat se hubiera convertido en un núcleo hormigueante de esquiadores y viajeros.
Puede verse como una oportunidad perdida a nivel económico. Sin duda hubiera cambiado la vida de las gentes del valle, pero también es cierto que habría tenido un impacto duro en el entorno natural que nos rodea.
La vall d’Ordino puede presumir de haber sabido preservar este delicado equilibrio que une al ser humano con la naturaleza.
Tal vez fue un golpe de suerte que esta obra de ingeniería quedara incompleta.
Una suerte.. un privilegio, haber sabido conservar el parque natural de Sorteny, la perla de Andorra como llaman a la estación de Arcalis, las pequeñas y encantadoras poblaciones del valle, y la naturaleza que nos abraza generosa..
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